Glioblastoma multiforme: Diagnóstico y tratamiento
Es el tumor maligno por excelencia en Neurocirugía, por su gran frecuencia y porque aún no se ha conseguido obtener una gran supervivencia, a pesar de los tratamientos.
Es una tumoración maligna, con origen en las células que sostienen la actividad y función de las neuronas. Se genera, por tanto, en el propio tejido cerebral y va invadiendo y
destruyendo el tejido que le rodea.
Rafael García de Sola
Director de la Cátedra UAM “Innovación en Neurocirugía”
Jefe del Servicio de Neurocirugía
Hospital Ntra. Sra. del Rosario
Madrid
Introducción al Glioblastoma Multiforme
Hoy vamos a hablar de un problema extremadamente delicado: el Glioblastoma Multiforme (GBM).
Es el tumor maligno por excelencia en Neurocirugía, por su gran frecuencia y porque aún no se ha conseguido obtener una gran supervivencia, a pesar de los tratamientos.
Es una tumoración maligna, con origen en las células que sostienen la actividad y función de las neuronas. Se genera, por tanto, en el propio tejido cerebral y va invadiendo y destruyendo el tejido que le rodea.
Da la cara por dos tipos de síntomas:
- 1.- Cuando alcanza una región con función, aparece pérdida de fuerza, de visión, alteraciones cognitivas, problemas en el habla, etc.
- 2.- Por exceso de función, mediante crisis epilépticas. Las neuronas normales se ven irritadas por las células tumorales y responden con crisis más o menos focales. Suele ser un síntoma precoz.
Por lo general, el GBM aparece en la edad media de una persona, hacia los 50 años, cuando está plena de actividad familiar, social y profesional.
¿Qué hacer?
- 1.- En primer lugar, un diagnóstico correcto. Se realiza con Resonancia Magnética (RM).
Hoy día es posible hacer estudios especiales con Espectroscopia y otras secuencias de RM, que permiten hacer un diagnóstico muy preciso, sin necesidad de biopsia. - 2.- Encarar el problema:
Hay que tener en cuenta que una biopsia o no hacer nada da una expectativa de vida menor de 6 meses. Si se procede a la extirpación macroscópicamente completa, o radical, completada con tratamiento mediante radioterapia y quimioterapia, se consiguen expectativas de vida entre 1,5 y 2 años. - 3.- Por consiguiente, es aconsejable la intervención quirúrgica, con idea de realizar dicha
extirpación radical.
Para esto, hay que estar provistos de alta tecnología. Como el microscopio con fluorescencia al Gliolan. Este medicamento lo toma el paciente unas 4 horas antes de la intervención. Las células malignas lo van a captar. Durante la intervención, el neurocirujano va cambiando el tipo de luz y hace fluorescente el Gliolan y las células tumorales, que aparecen en rojo, mientras que el cerebro normal es azul. De manera que el cirujano va “persiguiendo” y resecando la mayor cantidad posible de tumor.
Pero hay que tener una adecuada monitorización neurofisiológica intraoperatoria (MNIO), para no invadir y lesionar zonas funcionalmente importantes.
A esto hay que añadir la neuronavegación, que incorpora la tractografía ya referida, con lo que se pueden respetar las grandes vías de conexión entre centros neuronales.
También hay tecnologías, como el aspirador ultrasónico, que facilitan la resección tumoral.
extirpación radical, permitiendo ver zonas tumorales no visibles con el microscopio:
Endoscope Assisted Microsurgery: VII International Conferences on Global Neurosurgery 2023
Por último, la propia experiencia del cirujano, que le va a permitir llegar con cuidado a los límites tumorales, sin invadir el tejido cerebral normal.
En los casos en que la zona afectada esté en las áreas del lenguaje, la intervención se ha de realizar con el paciente despierto, con control de MNIO y Neuropsicología, que ha entrenado al paciente previamente a la intervención. Este tipo de intervención se hace en coordinación con Anestesia, que permite realizar las fases dolorosas bajo sedación profunda, y despertar al paciente solamente cuando estamos sobre las áreas del lenguaje.
Pero hay personas que no toleran dicha intervención sin anestesia. Por lo que nuestro grupo ha trabajado en la posibilidad de realizar una MNIO muy especial, en la que se controlan dichas zonas del lenguaje. Pudiendo realizar la extirpación bajo anestesia general en todo momento. El cirujano es avisado cuándo se está acercando a alguna área del lenguaje o sus vías de conexión.
- 4.- Finalmente, completar el tratamiento dentro de un equipo formado por Neurocirujanos, y Oncólogos Radioterapéuticos y Médicos.
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Páginas recomendadas:
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