Anatomía y función de la corteza cerebral humana. Áreas de Brodman
Conferencia dada por el doctor Rafael García de Sola en el II Curso sobre Radiocirugía sobre la anatomía y función de la corteza cerebral. VII Congreso de la Sociedad Española de Radiocirugía. Baiona. 28 de febrero de 2002. actualizado 31-05-2020
Corteza Cerebral: Introducción
El objetivo de este trabajo es dar una visión general y esquematizada de las principales funciones de la corteza cerebral humana, con importancia en la práctica clínica diaria.
En un primer apartado se revisarán los antecedentes históricos en el conocimiento de la función cortical para, a continuación, revisar las principales metodologías mediante las cuales se ha llegado a los conocimientos actuales.
En un segundo apartado, se actualizarán las principales nociones anatomo-funcionales, de acuerdo con las diferentes regiones o áreas corticales para, finalmente, dar una breve visión del futuro que se está abriendo en este campo.
Recuerdo histórico
A principios del siglo pasado, un gran cirujano general, F. KRAUSE, inició una metodología de exploración de la corteza cerebral humana mediante estimulación eléctrica del cerebro expuesto, publicando un esquema de las principales regiones en las que obtenía respuesta tras estimulación con corriente farádica (Fig.1).
Fue el primer intento serio y reglado de intervenir pacientes con lesiones cerebrales que producían epilepsia.
Este trabajo vino precedido por los esfuerzos previos de investigadores como K. BRODMAN (1868-1918), que dividió la corteza cerebral en más de 40 áreas (Fig. 2), de acuerdo con las diferencias estructurales microscópicas que encontró. O de clínicos como J. H. JACKSON, P. BROCA o C. WERNICKE que, a finales del siglo XIX, iniciaron e impulsaron los conceptos científicos de localización anatomo-clínica en el sistema nervioso central.
Poco después de F. KRAUSE, en la década de los 30, O. FOERSTER (Fig. 3) amplía y sistematiza aún mejor las regiones corticales en las que se obtienen respuestas a la estimulación eléctrica. De hecho fue el primero en describir la distribución topográfica en el área rolándica, que después quedará, sin embargo, registrada en la historia de la Medicina con la denominación de Homúnculo de Penfield.
Esto probablemente se debió a que W. PENFIELD, junto con H. JASPER generaron toda una metodología de exploración de la corteza cerebral humana (Electrocorticografía [ECoG]), con la finalidad de intervenir quirúrgicamente a pacientes con epilepsia incontrolable, obteniendo un alto porcentaje de pacientes libres de crisis (superior al 50%). Crearon el Instituto Neurológico de Montreal y aún hoy día perdura la actividad e influencia sobre la Cirugía de la Epilepsia de dicha Escuela de Montreal.
W. Penfield y H. Jasper no sólo dieron lugar al referido Homúnculo (Fig.4), sino que también describieron y sistematizaron otras muchas regiones de respuesta funcional a la estimulación eléctrica, como después veremos.
Homúnculo de Penfield
En los años 60, en el Hospital Sainte Anne de París, de nuevo la conjunción de los esfuerzos de un neurocirujano con un neurofisiólogo, J. TALAIRACH y J. BANCAUD, dio lugar a toda una metodología de integración de imágenes, denominada Estereoencefalografía (SEG), que unificaba en un solo mapa individual los datos aportados por la neumoencefalografía, ventriculografía y arteriografía, realizadas en condiciones estereotáxicas. La finalidad era planear la implantación de electrodos profundos y realizar estudios EEG tridimensionales en los pacientes con epilepsia incontrolable. Esta metodología, que denominaron Estereoelectroencefalografía (SEEG), permitió profundizar en la sistematización de las correlaciones anatomo-funcionales en la corteza cerebral humana.
Metodologías de estudio de la funcion cortical
Para llegar a los conocimientos actuales sobre la función de la corteza cerebral, se han aprovechado y hecho uso de diferentes circunstancias y metodologías, entre las que destacaremos:
I.- Estimulación eléctrica
En este aspecto podemos diferenciar tres tipos de circunstancias clínicas, habituales en la Cirugía de la Corteza Cerebral (Epilepsia, Tumores, Malformaciones Vasculares…).
- A.- Estimulación eléctrica neuronal.- En primer lugar, el hecho natural de que una persona pueda padecer una epilepsia parcial o focal. En este caso hay una zona cerebral determinada que ocasionalmente provoca la excitación de determinadas áreas corticales, de forma secuencial a medida que se difunde la descarga epiléptica. Si tenemos la tecnología y metodología precisa para conocer, detectar y seguir esta descarga epiléptica, con toda su secuencia electro-clínica, podremos aprovechar este fenómeno de la naturaleza para obtener conocimientos anatomo-funcionales; aparte de servir para detectar el foco epileptógeno en orden a su resección quirúrgica.
B.- Estimulación eléctrica cortical.- En segundo lugar, se tiene la posibilidad de estimular directamente la corteza cerebral, mediante el paso de corriente eléctrica. Esto nos aportará el conocimiento de áreas eferentes motoras o aferentes sensoriales, aparte de áreas de asociación corticales.
C.- Estimulación eléctrica periférica.- Por último, la estimulación de zonas periféricas y la recogida adecuada del estímulo o activación de las neuronas corticales aferentes (potenciales evocados), nos dará la localización funcional de las diferentes áreas somato-sensoriales.
Todo lo anterior, a su vez, puede realizarse en el contexto de las dos metodologías ya expuestas de exploración cortical: La Electrocorticografía de Penfield y Jasper, o la Estereoelectroencefalografía de Talairach y Bancaud:
Electrocorticografía (ECoG)
Se trata de registrar la actividad eléctrica de la corteza cerebral, mediante la colocación sobre su superficie de electrodos conectados a un electroencefalógrafo. Estos electrodos pueden estar sobre un equipo denominado electrocorticógrafo, que consiste en electrodos flexibles y movibles, en número de 20 y sobre un soporte que se sujeta al borde óseo de la craneotomía (Fig. 6). Tiene el inconveniente de que es difícil de reconocer la disposición de los electrodos en las diferentes secuencias de exploración.
Hoy día se utilizan mantas o redes de electrodos (Fig. 7), que son más fáciles de colocar, incluso en cara interna o basal cortical, aparte de que es más sencillo el reconocimiento de su localización previa en las diferentes fases de la exploración.
La exploración electrocorticográfica se puede realizar de forma aguda, como la llevaban a cabo Penfield y Jasper, con el enfermo despierto. Pero hoy día se tiene tendencia a la ECoG crónica, tras implantar electrodos subdurales (Fig.8). Esto permite tener al paciente en condiciones más idóneas para su estudio.
Estereoelectroencefalografía (SEEG)
Talairach y Bancaud dieron un paso más en la capacidad de exploración de la corteza cerebral en el paciente epiléptico, al proponer una metodología muy compleja de integración de imágenes para implantación de electrodos profundos. Esta metodología consiste esencialmente en 4 bloques de actuaciones:
1º.- Estereoencefalografía (SEG). Precisaba un equipamiento estereotáxico especial con un quirófano adecuadamente acondicionado para realizar neumoencefalografía, ventriculografía y arteriografía en condiciones estereotáxicas. Los datos eran pasados a un mapa individual en el que se superponían las imágenes radiológicas obtenidas.
El mapa individual era cuadriculado de forma especial, de acuerdo con una línea de base intercomisural (Comisura anterior-Comisura posterior o línea CA-CA) (Fig.9).
2º.- Esto permite correlacionar los datos de cada paciente con el Atlas estereotáxico de Talairach (Fig.10). Con este proceso se puede obtener una importante orientación sobre la localización precisa de las áreas funcionales de cada paciente.
3º.- Proceso de normalización.- Si la línea CA-CP se iguala en todos los esquemas, podemos superpone los estudios de todos nuestros pacientes y obtener una idea muy clara de la función de las diferentes zonas corticales (Fig.11).
4º.- Exploración SEEG aguda y crónica.- De acuerdo con los estudios electroclínicos realizados al paciente, sobre el posible origen y vías de irradiación de la descarga epiléptica, se planea la implantación de electrodos profundos. Para este planteamiento ayudan de forma extraordinaria los conocimientos dados por el mapa individual, al atlas estereotáxico y los datos de nuestra propia experiencia, tras los procesos de normalización ya referidos.
En la Fig. 9 se añade la información sobre localización de electrodos y la zona quirúrgica a extirpar, que corresponde a lo referido por Talairach. Hay que destacar que, por ejemplo, no hay exploración de neuroimagen que nos permita detectar la localización precisa de esta área motriz suplementaria, si no es realizando todo este proceso.
En la Fig. 13 se expone una imagen del paciente de la Fig. 9, al que se le realizó una exploración aguda con electrodos profundos (SEEG aguda).
En la actualidad, la tecnología de fabricación de electrodos ha progresado mucho, lo que nos permite realizar estudios SEEG crónicos (Fig. 14).
En la siguientes figuras se presentan esquemas de actuación para realizar la estimulación funcional del córtex cerebral y la recogida de respuesta motora, así como la forma de obtener potenciales evocados corticales tras estimulación eléctrica periférica. Todo esto de acuerdo con la metodología puesta en marcha por el Dr. J.Pastor en nuestra Unidad de Neurocirugía.
II.- Correlación clínico-patológica
Otra de la formas por las que se llega al conocimiento de la función cortical humana es la realización de estudios anatomopatológicos tras la muerte del paciente, correlacionando los hallazgos en el estudio anatomopatológico post-mortem con la clínica que presentaba.
Esta fue, por ejemplo, la base sobre la que asentó la potente escuela neurológica inglesa a finales del siglo XIX, que permitió obtener ideas muy claras sobre localización cerebral.
III.- Resección quirúrgica
Los síntomas clínicos causados por una determinada lesión cerebral, así como los aparecidos tras una intervención quirúrgica, posibilitan aumentar nuestros conocimientos localizadores sobre la corteza cerebral.
IV.- Estudios funcionales no invasivos
En el momento actual se dispone de varios tipos de pruebas funcionales, que permiten obtener una idea muy clara sobre la localización anatómica de determinadas funciones corticales. Fundamentalmente son de dos tipos:
A.- PET y SPECT
En el Hospital de la Princesa, hemos obtenido imágenes de localización del hemisferio dominante, aplicando una metodología de exploración neuropsicológica mientras se realiza el SPECT (Fig. 20).
B.-Resonancia Magnética funcional (RMf).
Es mucho más precisa en la localización anatómica. De igual forma, nuestro equipo, en colaboración con la Unidad de Resonancia Magnética de la Clínica Rúber Internacional (Dr. J.Linera), ha conseguido una metodología adecuada para obtener imágenes muy exactas de localización de la zona motora y sensitiva de las extremidades, así como de las principales áreas del lenguaje (Figs. 21, 22, 23, 24).
C.- Magnetoencefalografía
La Magnetoencefalografía consiste en la detección de cambios en los campos magnéticos generados por las corriente eléctricas propias de la actividad neuronal.
Los cambios de actividad neuronal son detectados, por tanto, en milésimas de segundo. Si además esta información se puede superponer a las imágenes de la RM, obtendremos una correlación anatomo-funcional muy exacta (Figs. 25, 26, 27).
De hecho, esta prueba junto con la imagen 3-D de la RM se está convirtiendo en la prueba de elección para explorar la corteza cerebral humana.
En España solamente hay instalado un equipo en el Centro de Magnetoencefalografía “Pérez Modrego” de la Universidad Complutense de Madrid, con el que tenemos también una línea de colaboración, tanto para la exploración de los pacientes con epilepsias fármaco-resistentes, como para los estudios preoperatorios de pacientes con lesiones corticales cercanas a zonas funcionalmente importantes.
Areas funcionales de la corteza cerebral
Vamos a ir recorriendo, a continuación, las distintas zonas corticales, desde las más desarrolladas (lóbulo frontal) a las más primitivas (zonas mediales del lóbulo temporal), correlacionando áreas de Brodman con funciones claramente definidas en el momento actual.
Corteza prefrontal
Es la zona más extensa y más desconocida. Hay que diferenciar varias regiones:
1.-
Areas prefrontales 9 a 12 de Brodman
(Fig. 28).- Zona donde asienta la capacidad de generación de ideas abstractas, juicio, sentimientos, emociones y personalidad.
La lesión produce una pérdida de iniciativa y del juicio, junto con una alteración en las emociones (tendencia a la euforia), a la vez que pierde capacidades en el comportamiento social (se cuida menos la apariencia externa).
2.-
Areas 46 y 47 de Brodman
(Fig.29).- Forman la porción dorso lateral, que recibe y proyecta conexiones con las regiones de asociación sensoriales de los lóbulos parietal, temporal y occipital, conectando finalmente con la región prefrontal.
3.-
Area orbitaria (13 y 14 de Brodman)
.(Fig. 30)- Conectada con las estructuras límbicas y área 24 del cíngulo, sirve de estación intermedia con el cortex prefrontal. Su lesión puede conducir a alteraciones afectivas y pérdida de comportamientos inhibitorios sociales, así como alteraciones en el comportamiento sexual.
Corteza frontal premotora
Es una zona extensa de transición entre las áreas anteriores donde se diseña qué hacer y las motoras que lo ejecutan (Fig.32).
Se pueden diferenciar, a su vez, varias regiones:
1.-
Areas 6 y parte de la 8 de Brodman
.- También descrita por Penfield como Area Motriz Suplementaria (AMS) (Figs. 4, 10 y 33).
Su función es almacenar “programas” de comportamiento motor, de acuerdo a anteriores experiencias, para acabar organizando la actividad final de la zona motora primaria. Sería como la parte más superior del sistema extrapiramidal, que automatiza y armoniza los movimientos voluntarios.
Existe una representación bilateral funcional, sobre todo en el hemisferio dominante (Fig. 34).
Su estimulación provoca los movimientos adversivos de Foerster (gira la cabeza, tronco y ojos hacia el lado contrario y eleva la extremidad superior contralateral [ver imagen dibujada en el AMS de la fig. 4]).
Su lesión puede no ocasionar alteraciones relevantes, si la zona contralateral asume sus funciones. Aunque puede quedar torpeza en la realización de movimientos y alteraciones en la marcha, similares a un síndrome parkinsoniano, sobre todo si el lugar afectado es el dominante (Fig. 34).
En la cirugía de la epilepsia es una de las zonas más características productoras de crisis y susceptibles de resección quirúrgica (Figs. 11 y 12).
2.-
Zona de los movimientos conjugados de ojos
(Fig.35).- En la unión de las áreas 6, 8 y 9 hay una pequeña zona cuya estimulación provoca movimientos conjugados de los ojos hacia el lado contrario.
3.-
Areas 44 y 45 de Brodman
(Fig.36).- Es una zona de coordinación de movimientos de la zona de la cara, laringe, faringe y respiratorios.
En el hemisferio no dominante es también un área de respuesta motora negativa, de acuerdo con los hallazgos de Lüders, en el sentido de que su activación detiene la actividad motora que está realizando el paciente (Fig. 36).
En el hemisferio dominante se corresponde con el área motora del lenguaje o área de Broca. Su lesión produce una imposibilidad de decir las palabras que se desea (afasia motora de Broca).
Corteza frontal motora
Es el área motora primaria, correspondiente con el área 4 de Brodman (Fig. 38). Como ya hemos referido (Fig. 4), hay una representación somatotópica muy constante, que constituye el llamado Homúnculo de Penfield. La cara se corresponde con la zona más inferior y lateral del giro pre-rolándico; le sigue, hacia la convexidad, la representación de la extremidad superior y el tronco; por último, la representación de la extremidad inferior se localiza en la cara interna. Como es bien conocido, cada hemisferio controla los movimientos del lado contralateral del cuerpo.
En esta región se localizan las neuronas piramidales, que van a iniciar la vía piramidal, que lleva las órdenes de los movimientos voluntarios hacia las neuronas localizadas en la médula espinal. Es la parte final efectora de los movimientos que se desean realizar (Fig. 31)
Es la zona funcional más fácil de localizar en las pruebas funcionales de RM y MEG (Figs. 39 y 40)
Su estimulación genera movimientos de aspecto clónico, integrados (varios músculos simultáneamente, que simulan una parte de un movimiento), de partes distales de las extremidades (al contrario que la AMS, que provoca movimientos de zonas proximales).
La lesión o ablación genera una pérdida irreversible de la movilidad voluntaria de la zona afectada correspondiente, excepto si la región interesada corresponde a la cara (dado que tiene representación bilateral).
Corteza parietal o sensorial
En el lóbulo parietal hay varias zonas funcionales, todas ellas dedicadas a recibir información sensitiva:
1.-Area sensitiva primaria
La última de ellas en la cadena receptora, se corresponde con las áreas 1, 2 y 3 de Brodman, que forman el giro post-rolándico y constituyen la zona sensitiva primaria (Figs. 2, 5 y 41).
Este área presenta una distribución somatotópica similar al área motora primaria pre-rolándica (Fig. 4) y la zona de la laringe, faringe y perineo tienen una representación bilateral.
La estimulación provoca parestesias contralaterales y ocasionalmente movimientos igualmente contralaterales. También puede ser reconocida esta zona a través de estimulación periférica contralateral y recogida de potenciales evocados (Fig. 18).
Tras una lesión en esta zona se pierde todo tipo de sensibilidad en la zona contraria del cuerpo, aunque posteriormente se va recuperando la sensibilidad dolorosa, temperatura, tacto…, pero no se recupera jamás el sentido de la posición, la localización táctil, sensación de peso, percepción de textura, discriminación entre dos puntos… De forma que queda el miembro inútil en cuanto a función, excepto en personas muy entrenadas que puedan dirigir los movimientos con la visión.
2.- Area sensitiva secundaria
Inmediatamente por encima de la Cisura de Silvio y debajo de la anterior zona, hay un área pequeña de asociación, con representación somatotópica diferente (cabeza hacia delante y pies hacia atrás) (Fig. 4).
Tiene representación bilateral de la mayor parte del cuerpo e integra sensibilidad táctil, posicional y dolorosa.
3.- Area de asociación sensitiva
Se corresponde con las áreas 5 y 7 de Brodman (Fig. 41). Su función es recibir e integrar modalidades sensitivas, comparándolas con la experiencia previa, de forma que permita reconocer objetos con la mano, por ejemplo, sin necesidad de verlos. Esta capacidad de reconocer forma, tamaño y textura se conoce como estereognosia.También es en esta región donde se tiene la conciencia del propio esquema corporal (Fig. 42).
4.- Area de asociación sensorial
Se corresponde con las áreas 40 y 41 de Brodman, situadas en los giros angular y supramarginal respectivamente, que rodean la parte más posterior de la Cisura de Silvio (Fig. 43).
Su función es integrar e interrelacionar la información sensitiva, auditiva y visual.
En el hemisferio no dominante colabora en la función de reconocimiento tridimensional y esquema corporal (Fig. 41). Su lesión provoca una ignorancia o neglect del hemicuerpo y campo visual izquierdos, incapacidad de reconocimiento tridimensional e incapacidad de interpretar figuras complejas.
En el hemisferio dominante forma parte del Area de Wernicke, área de integración del lenguaje, cuya lesión provoca una afasia sensitiva y un Síndrome de Gersmann (disfasia, dislexia, disgrafía, discalculia, confusión derecha-izquierda, agnosis digital…).
Corteza occipital o visual
Tiene dos zonas bien diferenciadas:
1.- Corteza visual primaria
Se corresponde con el área 17 de Brodman y está situada alrededor de la Cisura Calcarina (Fig 44). Es un área de proyección primaria donde termina la vía óptica. Su topografía es característica, inversa al campo visual, no sólo en el sentido derecha-izquierda, sino también superior-inferior. De forma que, por ejemplo, la parte superior del campo visual derecho de ambos ojos se localiza en la región occipital izquierda, en el labio inferior de la cisura calcarina.
2.- Corteza de asociación visual
Se corresponde con las áreas 18 y 19 de Brodman, que rodean al área 17 (Fig.44).
Su función es integrar información visual y compararla con experiencias previas, de forma que su lesión impide reconocer objetos en el campo visual contralateral.
También en el área 18 hay una zona cuya estimulación provoca una desviación conjugada de la mirada hacia el lado contrario, como en la región frontal premotora.
Lóbulo temporal
Es una estructura más compleja que los anteriores lóbulos. Se pueden diferenciar varias zonas corticales:
1.- Areas auditivas.
A su vez, podemos diferenciar dos zonas:
A.- Area auditiva primaria.- Se corresponde con las áreas 40 y 41 de Brodman y está situada en el giro de Heschl, situado en el labio inferior de la Cisura de Silvio (Fig. 45).
Recibe información bilateral, aunque su lesión va a provocar mayor dificultad de reconocer los sonidos en el oído contralateral.
B.- Area de asociación auditiva.- Se corresponde con el área 22 de Brodman y parece que su función está relacionada con la interpretación de los sonidos (Fig. 45).
C.- Area de Wernicke.- Parte del área de Wernicke, correspondiente a la región más posterior de la primera circunvolución temporal. Está conectada con el área de Broca y recibe información del lóbulo occipital y zona auditiva temporal. De forma que permite entender el lenguaje escrito y hablado (Fig. 46).
2.- Neocórtex posterior y basal
Las áreas 20, 21 y 37 de Brodman conectan áreas visuales y con el circuito límbico.
El área 22, al ser estimulada, provoca la detención del lenguaje y probablemente está conectada con el área de Wernicke.
3.- Neocórtex anterolateral
Está muy en relación con las estructuras mediales temporales, pertenecientes al rinencéfalo. En este sentido, parece que pueden tomar parte en determinados procesos de la memoria y comportamiento (Fig. 48).
4.- Rinencéfalo
Estructura en relación con el olfato, que ha evolucionado en el ser humano para convertirse en una zona de asentamiento de la actividad motora instintiva, autonómica y visceral, comportamiento, emociones y memoria, formando el inicio del circuito límbico, formación muy compleja, que ocupa la cara interna de los hemisferios cerebrales y cuyo final es el cíngulo (Fig. 10).
El complejo amígdalo-hipocámpico, con estructura cortical más antigua filogenéticamente hablando, tiene en el momento actual una importancia grande en el campo de la cirugía de la epilepsia, por asentar en él un alto porcentaje de síndromes epilépticos susceptibles de tratamiento quirúrgico. Gracias a esto, vamos conociendo la estrecha relación de la amígdala con las emociones y el comportamiento, así como del hipocampo con la memoria.
Las exploraciones neuropsicológicas han ido delimitando el lado dominante como el lugar de asentamiento de los procesos que intervienen en la memoria verbal, mientras que en el lado no dominante la memoria va a estar en relación con procesos viso-espaciales.
Lóbulo de la Ínsula
Queda una zona de corteza cerebral enterrada en al valle sylviano y tapada por los lóbulos frontal y temporal (Fig. 45).
Su función es desconocida, aunque restan otros tipos de sensaciones cuya localización no se sabe con precisión y la ínsula de Reil podría ser su zona de asentamiento.
Una de ellas es el sabor, que parece localizarse en la parte superior de la cisura de Sylvio, a nivel post-rolándico y en la región de la ínsula correspondiente, estando en relación con el área 43 de Brodman (Fig. 43), aparte de con estructuras rinencefálicas.
Las áreas vestibulares parecen estar situadas junto a las áreas acústicas y zonas sensitivas de la cara.
El resto de la corteza parece estar en relación con funciones autonómicas y viscerales.
Futuro
Hay varios hechos que influirán positivamente en el aumento de los conocimientos sobre la función de la corteza cerebral humana, que podríamos ir encuadrando de acuerdo a las diferentes especialidades:
1.- NEUROIMAGEN
La conjunción de neuroimagen estructural (con Resonancias Magnéticas de cada vez más alto campo) y la funcional (RM funcional y PET), a la vez que se perfeccionan los procesos de integración de imágenes, van a dar cada vez mayor precisión anatómica individualizada.
2.- NEUROFISIOLOGÍA
El avance va a venir no sólo por los datos recopilados con las técnicas de Video-EEG (sin y con electrodos intracraneales implantados), sino aún más por las técnicas funcionales no invasivas como la Magnetoencefalografía (MEG) y la posibilidad de estimulación transcortical.
3.- NEUROPSICOLOGÍA
A diferencia de las anteriores, es capaz de detectar fallos en la función cortical. Aparte de que es la base para diseñar y generar tareas precisas que puedan provocar una función cortical detectable con la RM funcional o la MEG.
4.- NEUROCIRUGÍA
Está por venir, gracias al auge de la Cirugía de la Epilepsia, el cambio de conceptos y posicionamientos hacia la cirugía en la corteza cerebral. De forma que se llegue a concebir como normal o rutinario la exploración funcional prequirúrgica de un paciente al que hay que intervenir quirúrgicamente por cualquier proceso que pueda asentarse y afectar la corteza cerebral.
Esto hará que el cirujano diseñe la intervención, conociendo las funciones de la corteza cerebral en la que va a trabajar, corroborando con técnicas electrocorticográficas las funciones detectadas previamente con metodologías cada vez menos invasivas.
Sería deseable, por tanto, concebir una Cirugía de la Corteza Cerebral, en la que se incluiría la cirugía exerética (tumoral, vascular…) y la funcional (epilepsia, dolor…). La base y diferencia fundamental con respecto a lo que se realiza hasta ahora es esta concepción de exploración funcional no invasiva prequirúrgica y corroboración intraoperatoria de funciones a conocer y respetar durante el acto quirúrgico
En este sentido, la radiocirugía podría colaborar en un doble sentido. Por su concepto de cirugía no invasiva, estimulando los procesos diagnósticos no invasivos de conocimiento de función cortical (RM y MEG fundamentalmente).
Por otra parte, la radiocirugía tiene un soporte de neuroimagen muy preciso. Su conjunción con neuropsicología y repetición de controles funcionales post-quirúrgicos, favorecería sin duda el conocimiento de los efectos de la ablación quirúrgica, probablemente con mayor precisión que con la cirugía convencional.
qusiera saber en el area de asociacion auditiva a que se refiere con la interpretacion del sonido
Megusto mucho los contenidos son Muyinteresante asta nos pueden Ayudarmuchos en nuestra carrera venidera intanbien nos puedes servirmucho y Megustarias saver su bibliografiay Megustaria saberquien es el autor muchas Bendiciones
Hola, me gustaría saber la referencia para encontrar las áreas de brodmann.
¡Saludos!
Me pareció muy completa la descripción de cada una de las
imágenes y sus funciones. Me gustaría saber, si existe algún lugar en México que pueda tratar estos casos con éxito!?
muchas gracias por la información. esta muy clara y accesible para los principiantes al tema.
Infinitas gracias, me esta ayudando toda la información muy precisa
EXCELENTE. INVALUABLE RECORDATORIO PARA LOS QUE NOS DEDICAMOS A VER NEUROIMAGEN.
FELICIDADES
SANTIAGO VALENCIA D
MEXICO DF
MUY BUENO, mucha Gracias! Me ayudó para repasar y estudiar para mis pasantias Neurologicas.
Desde que me operé mi vida a cambiado a mejor. El equipo de D. Enrique García de Sola, me cuidan de maravillas, aunque ahora voy una vez al año, ya no tengo crisis, y mi vida es totalmente nueva. mil gracias a La Princesa, a todos los enfermeros y enfermeras del equipo de GARCÍA DE SOLA.
Me gustó casi toso, contiene información que nos puede servir a muchos, pero no tiene bibliografias y me gustaría saber quien es el autor. gracias