Video del Dr. García de Sola sobre la Hernia discal cervical
Sobre la hernia discal cervical – Tratamiento
Resumen
La hernia discal cervical es una patología que está aumentando en frecuencia. Se debe, probablemente, a dos factores. El primero de ellos es la falta de higiene postural, con posturas mantenidas del cuello en flexión. Por trabajo sedentario, por ejemplo, en los despachos. La segunda causa es el someter a dicha columna a esfuerzos excesivos, en determinados deportes. Ambos factores conjuntamente pueden producir la salida del disco intervertebral y la compresión de una raíz nerviosa, causando dolor que se irradia desde el cuello hasta los brazos.
El diagnóstico se realiza mediante resonancia magnética y puede incluir electromiografía, radiografía o TAC.
El tratamiento puede ser conservador, con analgésicos e inmovilización (bajo control médico-quirúrgico, se pueden plantear tratamientos de Rehabilitación y Unidad del Dolor).
El tratamiento quirúrgico está indicado si, tras dos meses con un tratamiento adecuado, el dolor persiste. O si hay riesgo de lesión neurológica.
Las técnicas quirúrgicas incluyen:
– Microdiscectomía por vía anterior y colocación de una prótesis discal.
– Microdiscectomía por vía anterior y fusión intersomática.
– Abordaje posterior, en hernias discales muy laterales o foraminales.
Los cuidados postquirúrgicos enfatizan la corrección de hábitos posturales para prevenir recurrencias y realización de deporte de riesgo tras adecuada preparación.
Rafael García de Sola
Director de la Cátedra UAM “Innovación en Neurocirugía”
Jefe del Servicio de Neurocirugía
Hospital Ntra. Sra. del Rosario
Madrid
Introduccion
La columna cervical es la zona más alta de la columna vertebral.
Tiene una disposición curva hacia adelante, denominada lordosis cervical (Fig. 1).
Mision
La columna cervical tiene varias funciones (Fig. 2):
1.- Sostener la cabeza. Para lo cual precisa:
- – Gran movilidad
– Estabilidad
– Soportar peso
2.- Proteger la médula
3.- Dar paso a las raíces nerviosas, hacia las extremidades superiores
4.- Proteger las arterias vertebrales
Fisiologia. Función normal
Entre todas las vértebras, excepto las dos primeras, hay un disco intervertebral.
Éste está compuesto de dos elementos:
- – Núcleo pulposo. Es el que facilita el movimiento entre cada dos vertebras.
– Anillo fibroso. Construido como un cilindro de capas superpuestas, que contiene el núcleo pulposo.
En la parte posterior de cada vértebra, hay unas articulaciones, para unirse a las vértebras superior en inferior: articulaciones interapofisarias.
Trabajan de forma congruente con los movimientos y articulación de los cuerpos vertebrales y el disco interpuesto (Fig. 3).
Fisiopatologia. Función alterada
1.- Si sometemos a la columna cervical una situación estática, sin moverse, con la cabeza inclinada hacia adelante (en contra de la lordosis fisiológica), como ocurre con el trabajo sedentario de despacho-ordenador, dispositivos electrónicos, etc., el núcleo pulposo se va comprimiendo, perdiendo agua. Las articulaciones interapofisarias dejan de ser congruentes.
Se va produciendo un progresivo desgaste de las dos estructuras, lo que conlleva una cierta inestabilidad.
La naturaleza, para compensar, va a producir hueso y ligamentos, que se van a introducir en el canal vertebral y en los agujeros de conjunción por donde salen las raíces.
El resultado final va a ser una estenosis del canal. De lo que hablaremos en otras charlas (Fig. 4).
Pero, en gente joven, este desgaste va a hacer más débil el anillo fibroso, que se va rompiendo de forma progresiva.
2.- Si, en esta situación de desgaste prograsivo, se realiza un esfuerzo de carga anormal (deporte, gimnasio…), puede acabar de romperse el anillo fibroso y producirse una salida del núcleo pulposo o hernia discal. Esta salida suele ser lateral, por lo que comprime la raíz, provocando el dolor que se irradia por la extremidad superior (Fig. 5).
Clinica
Lo característico es un dolor agudo, cervical, irradiado por hombro y una de las extremidades superiores, que puede llegar a los dedos de la mano.
La persona se queda con gran rigidez del cuello.
Cuando llega a los dedos pulgar e índice, el disco herniado suele ser C5-C6. Si llega a los dedos anular y meñique, el disco es el C6-C7.
Diagnóstico
Se realiza fundamentalmente con una Resonancia Magnética.
Se puede complementar con un Electromiograma, Radiografía o TAC.
Tratamiento
Habría que considerar tres situaciones:
1.- Tratamiento conservador
Con administración de analgésicos y antiinflamatorios. Junto con inmovilización mediante un collarín cervical.
Bajo control médico, se puede plantear tratamientos de Rehabilitación y Unidad del Dolor.
2.- Tratamiento quirúrgico
En la página web se puede visitar las diferentes formas de abordar la hernia discal.
En general, está indicado si el paciente sigue con dolor tras dos meses de tratamiento adecuado. Este período de tiempo se puede valorar y acortar si la cantidad de núcleo pulposo extruido es tan importante que podría comprometer a la médula espinal. O que produzca una clara pérdida de fuerza en la extremidad superior.
En ocasiones, esto último se sobrevalora y se indica muy precozmente la intervención quirúrgica. Incluso bajo la amenaza de que, si no se opera, el paciente tiene alto riesgo de quedar en una silla de ruedas. Lo cual es científicamente erróneo. Y sólo se puede explicar dicha indicación precoz por una inadecuada formación profesional previa o por algún otro tipo de interés espurio.
Hay fundamentalmente tres tipos de abordajes:
- A.- Microdiscectomía por vía anterior y colocación de una prótesis discal. Indicado en personas jóvenes.
B.- Microdiscectomía por vía anterior y fusión intersomática, mediante autoinjerto óseo o cajas intersomáticas. Se pierde definitivamente la movilidad de este segmento vertebral.
C.- Abordaje posterior, en hernias discales muy laterales o foraminales. Mediante la técnica de Scoville, abordando el fragmento discal mediante una microhemilaminectomía. Se realiza con técnicas mínimamente invasivas y guiado con Neuronavegador, así como controlando la función medular mediante Neurofisiología Intraoperatoria, con control EMG y de potenciales evocados.
3.- Cuidados postquirurgicos
Tras la aparición de una hernia discal cervical y la realización de una intervención quirúrgica reparadora, habría que tener en cuenta varias consideraciones:
- – Seguramente ha habido malos hábitos posturales a lo largo de años
– Ha habido un exceso de carga. No compensada con una buena compensación de los músculos antagonistas.
– Todo lo anterior, sobre una columna con características mecánicas que el paciente no puede cambiar.
La intervención quirúrgica repara, pero no mejora la estática y dinámica de la columna.
En este sentido, si el paciente vuelve a sus hábitos previos, no adopta una correcta higiene postural y continúa realizando esfuerzos de riesgo, aparecerán nuevos episodios de hernia discal a otros niveles.
Se realiza fundamentalmente con una Resonancia Magnética.
Se puede complementar con un Electromiograma, Radiografía o TAC.